PALABRAS
DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DEL PLAN NACIONAL
IGUALDAD CULTURAL, INCLUSIÓN EN LA DIVERSIDAD, EN EL MUSEO DEL BICENTENARIO.
Muchas gracias, muy buenas tardes
a todos y a todas; señores gobernadores de las provincias argentinas; artistas;
intelectuales; trabajadores de la cultura; hermanos; amigos, jóvenes que nos
acompañan: antes que me olvide yo creo que todo esto que estamos haciendo de
conectar, de producir arte, de producir contenido, de conectar a todos los
trabajadores de la cultura en todas las disciplinas a lo largo y a lo ancho del
país tiene que tener creo un punto culminante; lo quiero decir porque me voy a
olvidar, lo vengo a hablar y me olvido. Le estaba preguntando a De Vido, recién
por ese tema. Ustedes saben que estamos construyendo, no construyendo,
restaurando lo que fue el Palacio de Telecomunicaciones, el Viejo Correo
Argentino para hacerlo el Centro Cultural del Bicentenario. Y le preguntaba
cuándo lo vamos a terminar, va a ser una cosa impresionante porque va a tener
salas, lugares… yo creo que ahí – en el 2013, Bicentenario de la Asamblea del
año 13, de las libertades – deberíamos hacer Artepolis. ¿No? Como hicimos
Tecnópolis, hacer Artepolis. (APLAUSOS).
La verdad que en las distintas
salas – porque el lugar va a tener tres modernas salas, pero va a tener
muchísimos lugares – toda esa cúpula vidriada; creo que va a tener un
restaurante también, o una cafetería y va a tener muchísimos lugares diferentes
para producir cultura, desde espectáculos hasta musicales, hasta obras de
teatro; todo lo que hace a la cultura: gente tejiendo y mostrando cómo puede
hacer un poncho, o algo del norte nuestro. Y creo que es algo que nos debemos
los argentinos: un Artepolis, donde todos los artistas, desde los que hacen una
caricatura, hasta los que hacen una ópera, hasta los que cantan como canta
Susana Rinaldi, que nos acompaña; hasta los que actúan como Andrea del Boca;
hasta los historiadores que también hacen cultura; ahí está Teresa Parodi;
Ignacio Copani y discúlpenme si por ahí me olvido de alguno de los que veo pero
realmente creo que los argentinos nos debemos un Artepolis y tenemos que
organizarla con todos los trabajadores de la cultura. Y el año que viene – Año
del Bicentenario de la Asamblea 13, de las libertades, se abolió la esclavitud
– y yo creo que el arte es lo más representativo de las luchas por las
libertades y creo que le haríamos un buen homenaje al arte reconociéndolo,
junto con la Asamblea del año 13. (APLAUSOS).
Y en este programa increíble de la
igualdad cultural y que yo creía que el videito iba a traer todas las cosas
estamos haciendo y que vamos a hacer hoy, pero que es en realidad este
programa, que es crear las condiciones de oportunidades para que se conozcan y
se transmitan los saberes y las culturas de todos y cada uno de los lugares de
nuestro país.
Yo les decía que la inversión
total – que la tengo acá, en la última página – es muy grande, son 952 millones
de pesos, que van en una Red Federal de Cultura Digital, que es la
digitalización de muchísimas salas, tales como la que estamos haciendo en
Piedra Buena, como la que hemos hecho en Pálpala, como la que vamos a hacer en
el Select, como la que vamos a hacer en el Teatro Argentino y eso insume unos 180 millones de
pesos; la promoción de radios por 60 millones; digitalización de cines (100
millones); producción y estímulo a la innovación en las artes e industrias
culturales (22 millones 600) y un plan de infraestructura cultural de 589
millones de pesos. Son casi 1.000 millones de pesos que se suman a las otras
formidables inversiones de Conectar Igualdad, de la televisión digital abierta;
de los contenidos, de los que estamos viendo a diario no solamente en la
televisión pública que hoy es un ejemplo. ¿Quién miraba la televisión pública
en el 2003? Nadie, no existía, Tristán, éramos de carácter inexistente,
invisibles y hoy estamos en una franja horaria de competencia con canales
comerciales, cuando en realidad lo nuestro es la televisión pública y como su
nombre lo indica tiene una función cultural, de información y de expandir todas
las voces.
Por eso queríamos también hacerlo
en este Museo del Bicentenario, al que tanto queremos. Yo estoy muy contenta
hoy, la verdad que estoy muy contenta porque ustedes saben que a mí todo lo que
sea generar arte, cultura, participación, igualdad, conexión entre los
argentinos- que tanto nos ha faltado la conexión entre los argentinos – y yo
creo que lo que decía recién el Viejo Vizcacha remembrando a Don Atahualpa
Yupanqui, es cierto: no se puede querer lo que no se conoce y no se puede
defender lo que no se quiere. Y realmente es algo que tenemos que aprender
todos los argentinos, a conocernos los 40 millones en esa complejísima e
inmensa diversidad cultural que tenemos, a respetarnos en ella y a reconocernos
en cada uno de nuestros hermanos, que no son ni mejores ni peores que otros,
somos distintos y al mismo tiempo somos iguales, porque somos argentinos.
(APLAUSOS.
Hoy leía, y les digo que estoy
contenta porque hoy leía que uno de los datos del Censo del 2010, que hablaba
del salto que han dado en la banda ancha, en la conexión en Internet los
argentinos, donde la mitad de los hogares ya cuentan con conexión a internet.
Tengan que cuenta que este Censo, bueno como todos ustedes saben, data del 27
de octubre de 2010 y han pasado muchas cosas, ya vamos a un próximo octubre de
2012, así que ya estamos a dos años de aquella fecha y hoy me mandaron las
cifras de los accesos a internet, lo que han crecido y estaba viendo que
tenemos en total de accesos residenciales – entre banda estrecha y banda ancha
- siendo la banda ancha el 96 por ciento; en diciembre de 2010 eran 5 millones
354 mil, que es un poco el dato que aparece, hoy, en los diarios. Y hoy estamos
en 8 millones 212 conexiones de banda ancha, con lo cual hemos dado un salto
cualitativo. Si a esto se le suma el tema de las computadoras, de Conectar
Igualdad, hoy hablaban que la mitad de los hogares tiene una computadora hoy
tenemos que estar mucho más allá de esa cifra, del año 2010, porque en ese
momento todavía no había comenzado a ejecutarse el Plan Conectar Igualdad.
Así que realmente estoy muy
contenta, pero no solamente por eso, sino también porque también antes de
entrar aquí, me estaban esperando empresarios argentinos, una empresa de
metalmecánica, que se ha radicado ahora en Entre Ríos, pero que son tres
generaciones. No sé si me habrán visto trepar a una cosechadora, de última
generación, con eso se puede cosechar
desde trigo, desde soja, arroz también cambiándole los suplementos, pero
lo más importante es que han viajado a
Angola y van a vender 18 de esas sembradoras y tolvas y suplementos en
Angola. (APLAUSOS). Esa es una empresa que ya va por la tercera generación,
estuvimos con el padre, con el hijo y con todas las mujeres, sus chiquitos, es
una familia lindísima. También mantuvimos recién una audiencia con la gente de
Sancor – una de nuestras empresas emblemáticas - que acaba de realizar una asociación con Mead
Johnson Nutrition (MJN) que es una de las principales compañías de leche
maternizada en el mundo, con una venta mundial de 3 mil millones de dólares
anuales y se asocia a Sancor para que nuestra leche maternizada de Sancor sea
vendida a toda América del Sur. Mead Jonson va a establecer en esta asociación
con Sancor la plataforma para vender leche maternizada, va a hacer un aumento
de 300 trabajadores para esto y además con lo que recibe – por parte de la
empresa – va a actualizar todas sus plantas para producir más y mejor. No
solamente vamos a nuevos mercados, a más mercados, sino también a mayor oferta.
Y por si todo esto fuera poco y para hacer bingo también me alcanzaron los
datos de la balanza comercial, que es muy importante, son los dólares que
ingresan a la Argentina, que hacen sustentable el modelo, porque es una balanza
comercial superavitaria y el superávit comercial, de febrero, ha sido de 1.341
millones de dólares; 121 por ciento más que el año pasado, que fue de 608 y ya
totaliza 1.891 millones de dólares, en los dos primeros meses del año, casi 2.000
millones, que además estacionalmente siempre son los meses más difíciles,
porque los meses de mayor superávit vienen obviamente a partir de marzo, abril,
mayo, junio, julio – éstos son los meses de mayor recaudación – así que esto
nos pone muy contentos. (APLAUSOS).
Y también otra noticia: antes de
llegar – me comuniqué telefónicamente con Sergio Berni, el secretario de
Seguridad - porque estábamos siguiendo muy de cerca este problema que teníamos
en la Villa 31, y que tantos inconvenientes nos ocasionó. Y bueno me dijo que
finalmente el Gobierno de la Ciudad recibió a los vecinos y firmaron un acta de
acuerdo para lograr que se amplíe por un lado la matrícula y los chicos o
reciben el micro o le amplían la matrícula porque en realidad era un problema de
que los chicos querían ir a la escuela y no podían. No era que querían ir al
circo o al cine con los micros, querían ir al colegio. (APLAUSOS). Digo esto
porque escuché que un funcionario, yo creo que muchas veces cuando uno habla
siempre se equivoca, eso es tampoco es malo, porque tampoco podemos ser
perfectos y el funcionario había dicho que si le daban los micritos iba a
cundir el mal ejemplo. Yo dijo, micritos para ir al colegio de chicos de una
villa no puede constituir nunca un mal ejemplo. Seguramente se habrá dado
cuenta, después, y habrá rectificado lo que dijo seguramente, estoy segura que
sí, pero lo cierto es que se firmó el acta. Esperemos que la cumplan, que no
nos pase como nos pasó con el subte, pero estamos seguros que sí, porque la
verdad que ver esas colas de camiones, de trabajadores que tienen que hacer su
trabajo y llevar su mercadería, pero también ver los chicos y mujeres que
estaban cortando que impedía prácticamente el paso. Algunos decían que porqué
no los sacábamos y reprimíamos, pero la verdad que cuando hay chiquitos y
mujeres la tarea policial se ve dificultada. Y sobre todo cuando es gente de
una villa, porque la gente de la villa no es que quiera vivir en una villa, si
pudiera vivir en un country o en un barrio cerrado con pileta lo harían, no
tengan ninguna duda. (APLAUSOS).
Terminemos con esos complejos y esas estigmatizaciones porque no nos hacen bien
a los argentinos.
Yo por eso estoy muy contenta por
estás cosas, pero como el día no podía ser perfecto. No, no hay días perfectos
evidentemente, hoy mirando los diarios vi a los chicos de la Cámpora y del
Movimiento Evita - ahí lo veo a Aguado, están al fondo - los vi que ayer, 11 de
marzo, fueron a San Andrés de Giles, al pueblo de Don Héctor Pedro Cámpora, los
chicos de las distintas juventudes de nuestra agrupación a recordarlo. Y me
acordé – se ve que llega tarde, ya se han ido atrás – y me recordé de mí y de
mi papá hace 39 años, él me acompañó a votar por primera vez. Yo tenía 20 años,
soy clase 53, hacía obviamente dos años que no se podía votar, pero otros más
viejos que yo, los de la clase 41, tampoco podían votar en mi país. Había
existido un breve interregno, en el año 63, pero en realidad había
proscripciones, con lo cual no fueron votaciones como las del 63. Duró poco, la
verdad, tres años nada más pero fueron elecciones libres y sin proscripciones,
como luego fueron – afortunadamente – a partir del 10 de diciembre de 1983.
Pero digo esto y me acordaba cuando repasaba otro diario y me tocó leer, un
editorial, en la página 2, que la verdad sentí una suerte de desazón por las
cosas que ahí decían. Hablaban de una de las tantas organizaciones juveniles
que conforman nuestro espacio – en este caso La Cámpora – a quien han elegido
como objeto, fundamentalmente los monopolios… ¿Está por ahí el marxista de Axel
Kicillof? (Risas). ¿No sé si vino? ¿Vino? ¿Qué está haciendo? Sí porque vieron
que es una cosa rara lo que está pasando porque de la derecha nos dicen que
somos marxistas, y los de la presunta izquierda nos dicen que somos de derecha.
Yo digo que ese es el certificado perfecto de los peronistas. (APLAUSOS).
Cuando de la derecha te dicen que sos marxista y cuando de la presunta
izquierda revolucionaria te dicen que sos de derecha, pero seguro sos un
peronista consumado hecho y derecho. (APLAUSOS). Lo tengo absolutamente
internalizado. No, no es matemático y lo saben los que son peronistas y los que
no son peronistas también, lo saben todos.
(APLAUSOS).
Pero bueno, había un cierto
tufillo en ese artículo, cuando lo leí, lo vi hoy en “La Nación”, por la
mañana, el de Axel, porque decían que era marxista y además decían que era
biznieto de un rabino que había venido de Odessa, seguramente de algún pogrom
zarista o bolchevique, no sé qué, pero le sentí un cierto tufillo antisemita,
una cosa de la derecha argentina que siempre fue medio antisemita, la Legión
Cívica y toda esa gente. Sí, un tufillo así medio…además de “macarthos”, como
que las tienen todas, no le falta nada realmente.
Pero bueno, resulta ser que
estábamos hablando y la verdad que yo leía este artículo que está en la página
2 y hablaba de esta organización que parece tan poderosa, tan increíble y decía
“tienen como 10 diputados nacionales, 6 diputados provinciales –lo anoté todo
para no olvidarme-, 3 senadores provinciales, 15 concejales…”.
¿Saben cuántos concejales hay en
la República Argentina? Aproximadamente, porque no sabemos, más de 8.000
concejales. La verdad que con 15 concejales no van a hacer mucho tampoco, la
verdad, 3 intendencias de cuántos intendentes habrá, 2.000, 3.000, 2.200,
bueno, tienen parece 3 intendentes y 2 viceministros en el Poder Ejecutivo de
los 312 funcionarios incluida esta Presidenta.
Creo que en total en la República
Argentina, de subsecretarios y funcionarios municipales, me refiero no a
empleados, cargos directivos importantes políticos, hay 21.332. La poderosa
organización tiene 39 en total sobre esos 21.332. La verdad que van a tener que
laburar un poco más para ser tan poderosos, van a tener que laburar un poco
más.
Pero eso puede resultar gracioso;
lo que no me resultó gracioso…y la verdad que eso estaba gracioso, hasta ahí
más o menos me causó gracia, lo de Kicillof también me causó gracia porque, en
realidad, qué cosa antigua, poner a alguien marxista como si fuera, uy, el
cuco. La verdad no sé si será marxista, nunca le pregunté. Es más, yo no les
pregunto a mis funcionarios ni a nadie cómo piensa ni qué ideas tienen
políticas o religiosas, sino qué piensa del país y qué le parece que hay que
hacer con la Argentina para que estemos todos los días un poco mejor. Esos son
los grandes interrogantes que siempre tengo con mis funcionarios. Capacidad,
que la tienen, contracción al trabajo y honestidad que creo que son los tres
elementos básicos para poder exigir a alguien, a cualquier argentino,
cualquiera sea en el lugar en el que se desempeñe.
Porque cuidado, esto de las tres
cosas, no se la tenemos que pedir únicamente a los políticos, se las tenemos
que pedir a todos, a los empresarios, a los periodistas, a todos. Todos tienen
estas obligaciones que también tenemos…
Pero lo que no me pareció tan
gracioso y me pareció, sobre todo en el siglo XXI y después de las cosas que
nos han pasado, decía que muchos de ellos, por los chicos, chicos que uno los
puede ver, miles cuando se movilizan, se organizan, alegres, decían, “muchos de
ellos son hijos o familiares de militantes montoneros, los identifica el mismo
gen que a sus padres”.
La verdad me sonó a Mengele, esto
ya no me gustó nada. Esto de creer en la identificación genética, es una cosa;
no es el coraje y se identifican con el mismo gen que a sus padres. No es el
del coraje, que aún en el error de aquellos tiempos, aquellos cuadros armados
que desafiaron a Perón, sino la soberbia. O sea que el error, parece ser, no es
empuñar armas, sino que son soberbios.
Pero lo que me sonó muy mal fue el
mismo gen. ¡Qué cosa, no! El mismo gen.
¿Qué es esto de que alguien nace
predeterminado por…Me pareció muy nazi, por así decirlo. La verdad que me sonó
a nazi.
Pero no contentos…La verdad y
después cuando leo lo de Kicillof, bisnieto de un rabino, bueno, y marxista,
bueno es como que va cerrando todo y se va sumando todo. Y la verdad…
En otra época darían miedo, ahora
dan pena. Pero la verdad que…Sí, en otra época darían miedo.
Y siguieron escribiendo. Dijo “no
matan”, no sé, querrán que maten a alguien, no matan, “adoctrinan a jóvenes
incautos y los intoxican con una falsa épica”. ¿No les hacen acordar a las
cosas que decía Videla? ¿No les hacen acordar al tema de los hijos del mismo
gen que había…? ¿No fue esto lo que fundamentó la doctrina de separar a los
bebés, suprimir su identidad y sacárselos para que no fueran criados y no
fueran iguales que sus padres? ¡Díos mío, ellos deben saber bastante de eso,
eh! ¡Ellos deben saber bastante de eso! Porque la verdad verdadera algún día se
va a saber también.
Y los intoxican, como si fueran
idiotas los chicos, como si fueran estúpidos, como si…Pero lo mismo, si uno
recorre crónicas de algunas revistas o algunos diarios de ellos mismos durante
la dictadura, pueden encontrar calcada estas palabra, “estúpidos que fueron
arrastrados por…” No, bueno, en fin.
Y después continúa “berrean
enojados desde las tribunas”. La verdad que no los he visto nunca berrear, sino
que los he visto cantar con mucha alegría, cantar con mucha alegría…Cantar con
mucha alegría que yo creo que lo que les molesta es eso, la alegría. Lo que les
molesta que no estén enojados, porque si fueran enojados o hicieran cosas
violentas, serían más fáciles, tal vez, de estigmatizarlos y de condenarlos.
Como salen a la calle, con sus piragüitas las chicas, todas jovencitas, chicos
jovencitos, impensable que en algún momento se acercaran a la política y mucho
menos a algo que oliera a peronismo o a Perón y Evita. Tal vez es eso lo que
les molesta, ese tema.
Y finalmente, termina con “son los
herederos del relato, gritan desde el poder a favor del poder, son
contestatarios”. La verdad que yo los veo construir, organizar, trabajar. “No
sé sabe de qué y no se sabe a quién desafían”, ahí se equivocan y ellos también
saben a quién desafían. Desafían a los que han destruido este país; desafían a
los que quieren monopolizar el uso de la palabra y que nos escuche otra voz que
la de ellos y si es necesario mentir una y otra vez, insistir una y otra vez.
Saben a quién desafían: a la concentración económica, a la miseria, a la
desigualdad. Pero es una cosa de los jóvenes que no es solamente con estos
jóvenes, históricamente ha sido con los jóvenes.
Yo recuerdo otras épocas, “oltri
tempi”, 1983, cuando surge con toda la fuerza el alfonsinismo en la República
Argentina y lo que era su base juvenil de sustentación, muy amplia, la Franja
Morada y la Coordinadora, que fueron jóvenes cuadros de alguno de ellos
realmente brillantes, como fue el doctor Sergio Karakachoff, de La Plata,
asesinado también junto a su socio, y bueno, también se los denominaba, a
algunos le decían “la patota cultural”, otros le decían “los jóvenes turcos”,
no sé si lo recuerdan los más viejos, los de mi edad, y estigmatizándolos
porque eran los que, según el relato oficial de los grandes medios de
comunicación, eran los que querían profundizar las transformaciones e ir para
adelante.
Y bueno, desgraciadamente no
pudieron, fue una historia y cuando, finalmente, no pudieron, ahí dejaron de
ser malos, ahí dejaron de ser mencionados.
Así que, yo les digo a todos los
chicos que no se preocupen por las cosas que digan de ustedes estos personajes
y estos centros de emisión de poder que justificaron la represión, la tortura,
la desaparición que, además, merced a eso hasta se quedaron con empresas. No se
preocupen que los mencionen, preocúpense si los alaban; preocúpense si los
ignoran. No se preocupen porque, en realidad, ustedes son una de las cosas más
maravillosas que le han pasado a este proyecto nacional y popular, porque
también en aquel entonces, en el ’83, esos millones de jóvenes que se
incorporaron, cientos de miles lo hacían con ilusión de lo que venía. Ustedes
no lo hacen con ninguna ilusión, ustedes se incorporan después de lo que hemos
construido del año 2003 a la fecha que realmente tiene otro valor porque es la
decisión de incorporarse a la transformación y al cambio.
Y para terminar, porque este es un
día de diversidad, de pluralidad, de cultura, de libertad, la cultura implica
fundamentalmente el concepto de la libertad; sin libertad, no hay cultura, es
imposible expresarse. Solamente en épocas de gran libertad, nacen las grandes
expresiones culturales. O también en épocas de dictaduras terribles donde
soterradamente comienzan a generarse corrientes como se generaron también con
el Teatro Abierto y con tantas otras expresiones que pudieron hacerlo.
Por eso digo que somos como los
extremos: cuando hay mucha libertad o cuando demasiada opresión, es que surge
el arma del artista que, por sobre todas las cosas, quiere participar de todos
aquellos procesos históricos transformadores que cambian el país y que por eso
yo los quiero mucho y les pido que sigan trabajando, que sigan participando,
que vamos a seguir apoyando la cultura, la diversidad, la pluralidad a la
juventud que se organiza, que participa, que trabaja, que canta, que baila, que
se divierte, que también por ahí son medio despelotados, con perdón de la
palabra, pero si no sos despelotado, no son joven tampoco.
También decirles, para finalizar,
que esto no es tampoco una cuestión entre jóvenes y viejos.
Yo quiero, gracias chicos, claro
que están de fiesta y me encanta que los pibes estén de fiesta. No sé dónde los
querrán; los querrán en qué, fumando algo, ¿en dónde los quieren? Yo creo que
uno de los mejores lugares donde pueden estar los chicos es en la política. A
mí me parece, no sé, digo.
Pero para finalizar, porque la
verdad que uno no puede dejarse tampoco abatir el ánimo con tantas cosas buenas
que nos pasan y que estamos haciendo entre los todos los argentinos como la
maquinaria agrícola, como la gente de SanCor, como este escenario de cultura,
como la Artépolis, que vamos a tener que hacer De Vido, porque si no nos van a
matar, con Parrilli.
Vos terminanos el centro que con
Parrilli y yo nos ocupamos del resto y los artistas. Por supuesto que van a
tener una amplia participación, todos los artistas de la República Argentina
para esa Artépolis.
Finalmente decirles, para terminar
con este tema de juventud, que la juventud, que es maravillosa, no es un
problema solamente de edad, no; hay jóvenes que son viejos y hay viejos que son
jóvenes. ¿Y saben qué? Néstor se nos fue con 60 años y era mucho más joven que
cuando lo conocí.
Muchas gracias a todos, muchas
gracias. (APLAUSOS)